Conflicto de identidad

Hay ciclistas urbanos que no toleran nada que tenga que ver con las motos, es más, las detestan. A otros no nos disgustan tanto y hasta llegamos a usarlas alguna vez porque también se disfruta ir sobre un caballo de acero con el viento en contra, con tu cuerpo controlando el equilibrio.
Sólo que hay quienes se quedan a medio camino, ni bici ni moto, en plena crisis de identidad. Ahí sí, ni para dónde hacerse, como este artefacto estacionado en la calle de Aguayo, en pleno centro de Coyoacán.